Laura Moreno (08/12/2000) es sinónimo de gol. Ha cumplido su cuarta temporada en el Betis como referente de su filial y llama a la puerta del primer equipo con argumentos. A Heliópolis llegó con 15 años desde el equipo de su pueblo (Arcos de la Frontera). Allí creció desde prebenjamín a alevín de primer año, jugando con niños, hasta que en 2012 se creó el equipo femenino (AD Arcos) y la Liga en Cádiz. En 2014 le llamó la selección gaditana para disputar el Campeonato de Selecciones andaluzas Sub-16 y en 2015 fueron terceras.
A principios de la temporada 2015/2016, a través de un ojeador de la provincia de Cádiz, el Betis contactó con su club para que pudiera hacer las pruebas. Les había enamorado definitivamente en el torneo pacense de la Women’s Cup donde Laura defendió la camiseta burdeos del AD Arcos. Allí mismo la quisieron firmar. Por temas de estudios siguió compitiendo en la Liga gaditana y acordó entrenar con el Betis todos los jueves para ir adaptándose al ritmo y forma de trabajo del que iba a ser su nuevo equipo y sus nuevas compañeras. Le acogieron fenomenal.
Estaba estudiando cuarto de la ESO en su pueblo y no quería que el fútbol le influyera en su ritmo académico. En uno de esos jueves de entrenamiento en Sevilla, se le olvidaron las botas de lo nerviosa que iba y se acordó de camino, ya en el coche. Menos mal que le pudieron dejar unas. Al año siguiente, ya como jugadora verdiblanca, terminó los dos años de Bachillerato en Arcos e iba y volvía cuatro días a la semana a Sevilla para entrenar y jugar —le llevaban sus padres—. Una vez acabó se mudó definitivamente a su hogar actual y empezó a estudiar Ciencias de la Actividad Física y del Deporte (CAFYD) en la Universidad Pablo de Olavide.
De inmediato empezó a dejar su huella como mejor sabe: marcando goles. Su crecimiento fue constante: fue convocada con la selección andaluza para el Campeonato de Selecciones Autonómicas, llegando a la fase final y quedando terceras de España. En ese primer año en el Betis, en la temporada 2016/2017, debutó en Primera División (Liga Iberdrola por aquel entonces) contra el Granadilla en Tenerife. Fue un momento que jamás olvidará. También jugó ante el Espanyol, Zaragoza CFF, el día que cumplía 16 años, y Sporting de Huelva.
Con el Betis B hay muchas sonrisas. Una de esas alegrías fue el ascenso en la temporada 2018/2019 a Primera Nacional, con la locura de 70 goles en su cuenta personal. Marcó en la final de los ‘play-offs’ de ascenso ante el Almería. Era la tercera vez que el filial bético jugaba la liguilla de ascenso y en los dos años anteriores se esfumó el sueño en la semifinal por penaltis. En los momentos duros también hay mucho aprendizaje.
Su reto a corto plazo es subir un escalón con el filial verdiblanco y auparlo a la Reto Iberdrola. Tras la finalización de la competición, la temporada 2019/2020 la han terminado como líderes, con 51 puntos, en el grupo IV de Primera Nacional, y ahora están a la espera de conocer si se disputa la fase de ascenso express. CD Monte, Añorga KKE, RCD Espanyol B, FF La Solana, CF Unión Viera, UD Aldaia y Joventut Almassora son los los otros siete equipos que aspiran a conseguir los cuatro ascensos a la División de Plata.
Laura era muy pequeña cuando empezó a jugar con un balón, que era lo único que le divertía. No quería muchas muñecas. Era muy nerviosa y le encantaba corretear y estar en la calle. En la familia no hay genes futbolísticos. De hecho a su padre (Francisco) no le gustaba al fútbol hasta que vio que a su hija se le daba muy bien. Tiene dos hermanos pequeños (Gonzalo y Antonio) y ella es la responsable de que estén jugando y les apasione. Su primer entrenador fue Miguel Ángel Gil Romero, con el que aprendió mucho y le ayudó a no rendirse nunca.
Admiradora desde ‘peque’ de James Rodríguez, la arcense es una jugadora trabajadora, rápida, que no da ni un balón por perdido y, sobre todo, goleadora. Una ‘9’ en mayúsculas. Una joven ambiciosa en todos los aspectos de su vida. Siempre pensando en positivo, mirando hacía delante y lo más alto posible. Ser una jugadora profesional, consolidarse en la máxima categoría del fútbol femenino y debutar con la selección absoluta son sus objetivos personales. Mejor no se pueden describir sus ganas de seguir dando pasos adelante como jugadora y no va a rendirse jamás hasta que no vaya derribando sus propósitos.
El Betis es un eslabón fundamental es su vida; un club que le ha dado muchos aspectos que están forjando su progresión. Una travesía constante con un montón momentos y personas increíbles que son muy importantes para ella en su día a día. Para Laura, el Betis es un sentimiento muy fuerte y vivo que no se puede expresar.