Carlos Santiso (Madrid, 26/02/1990) lleva las riendas de una de las revelaciones de la Primera Iberdrola. En las quinielas del descenso antes del arranque del curso casi siempre aparecía el Rayo en esa zona roja, pero gracias a la ambición, espíritu ganador y la confianza en un vestuario unido transmitida desde el banquillo, los pesimistas han tenido que dar marcha atrás porque la realidad es para ensalzar: las vallecanas cerraron 2019 en una cómoda séptima posición, con 20 puntos, 12 de distancia con respecto al descenso y siendo las únicas que han podido arrebatarle un empate al intratable Barcelona en la segunda jornada en Vallecas (1-1). En total, cinco victorias, cinco empates y solamente tres derrotas.
Después de la marcha de Irene Ferreras al VCF Femenino, la elegida por el Rayo Vallecano para sentarse en el banquillo esta campaña fue Jessica Rodríguez. Sin embargo, a la semana de iniciar la pretemporada, el club cesó a la entrenadora catalana justificando su decisión en “motivos deportivos por lo visto en los entrenamientos”. Juanma Barroso, director de fútbol femenino de la entidad madrileña, argumentó públicamente que al tomar la decisión contó con el apoyo de las jugadoras y sobre todo de las capitanas, que “veían la situación igual”.
Para seguir con la preparación del curso 2019/2020, de manera provisional, el club eligió a Carlos Santiso, que la temporada anterior había entrenado en categoría infantil del Rayo. Tres semanas después, tras del visto bueno de la dirección deportiva y las jugadoras, dejó su condición de interinidad y se convirtió a todos los efectos en el entrenador del equipo femenino.
“Ha sido una ocasión excepcional y las oportunidades hay que aprovecharlas al máximo. Desde el minuto cero estoy trabajando por dar fuerza al fútbol femenino. Con el Rayo buscamos un fútbol muy alegre, que el espectador se divierta con un equipo dinámico, que genere ataque y haga ocasiones de gol”, declaró Santiso tras ser confirmado como entrenador del Rayo femenino. Cumple en la élite del fútbol femenino nacional su tercer año en la institución tras llegar en la 2017/2018 a la entidad vallecana, aunque en la 2016/2017 llevó las riendas de un equipo de la Fundación.
Carlos Santiso no se casa con ninguna filosofía futbolística. Es un entrenador camaleónico que lo primero que hace es analizar los mimbres que tiene a su disposición para potenciar los puntos fuertes y corregir las debilidades. Con este ‘modus operandi’, el técnico madrileño ha llegado hasta el banquillo del primer equipo femenino franjirrojo.
Su carrera empezó hace más de 10 años en los banquillos de la Escuela Deportiva Municipal de San Blas, donde también se formó como jugador. Después apareció el Real Madrid y allí estuvo una temporada como segundo entrenador del prebenjamín. Y finalmente el Rayo, dando pasos al frente hasta que las puertas de la Primera Iberdrola se le abrieron de par en par.
Paralelamente a su compromiso con los clubes, el técnico desarrolló la actividad de profesor en Marcet (escuela de alto rendimiento y tecnificación). Con 19 empezó la colaboración y desde entonces ha tenido un idilio con esta academia. Cada domingo acudía a enseñar tecnificación en la sede Marcet de Madrid al joven talento que emerge en esas prestigiosas instalaciones.
Con el tiempo Santiso empezó también a ir a Barcelona durante el verano, donde tuvo la posibilidad de llevar a un equipo durante la ‘Academies World Cup’. En Marcet aprendió una forma de trabajar que le fascinó y se empapó de unas herramientas útiles que a día de hoy emplea con sus chicas del Rayo Vallecano.
El salto al primer equipo femenino ha supuesto un paso de gigante, una oportunidad única para seguir creciendo en una competición que está viviendo a la máxima expresión partido tras partido. Un entrenador de la casa que encaja a la perfección con el ADN currante del Rayo.